En Máximo Rb Mastering, ofrezcemos servicios de masterización y restauración de audio tanto para formatos digitales como analógicos.

La masterización es la etapa final en la creación musical. En ella, se optimiza el sonido y el formato de la música como paso previo a su distribución y duplicación. Por un lado , se procesa el sonido para que la música suene lo mejor posible en diversos reproductores. En el caso de un single, E.P o álbum también se hacen ajustas para que el volumen y el tono entre las canciones sea homogéneo, para proporcionar una experiencia de escucha uniforme y fluida. Dependiendo de cómo va ser publicada, en un medio digital o analógico, el master se entrega en el formato o formatos más adecuados: archivo digital de alta resolución para distribución digital, DDP para fabricación de CD o montaje de audio como premaster para vinilo.

Hablemos de tu proyecto de masterización musical

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Preguntas frecuentes

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La masterización es la etapa final de la producción musical. Tras la grabación, la edición y la mezcla, la música es masterizada antes de ser compartida en las redes o duplicada en un formato físico.

En la masterización se dan los retoques finales al sonido, para que la mezcla suene lo mejor posible en los diferentes dispositivos y sea competitiva. También supone un control técnico, en el que se revisa posibles errores y se corrigen y se prepara el master en el formato más adecuado para su publicación.

Primero y ante todo, la masterización implica una escucha crítica de un especialista a través de equipos de alta fidelidad.

Tras este control de calidad, el ingeniero de masterización decidirá que ajustes y retoques hay que hacer a la musica y en qué formato deberá entregarse el master.

A continuación, se procesa la música utilizando una cadena de masterización (una serie de procesadores analógicos o digitales, tales como ecualizadores, compresores, limitadores, etc.). Los ajustes son individuales y a menudo muy sutiles. Se hacen cambios en el tono y la dinámica, tanto correctivos (por ejemplo, eliminando ruidos y distorsiones ) como eufónicos (buscando un sonido más excitante), realizando micro y macro-ajustes (desde un transitorio a un estribillo), según lo que necesite cada canción. Finalmente, esta música procesada y debidamente ordenada es el master que se utilizará para la duplicación y distribución. Este master debe cumplir con las normas y convenciones específicas del medio nomenclatura, formato, etc. (por ejemplo para un vinilo será necesario un premaster en alta resolución y para un CD de audio un archivo DDP a 16 bits 44,1 kHz).

Si planeas publicar tu música, deberías hacerlo. Masterizar es el último paso de la producción musical, te dará ese sonido “pulido” y hará que se escuche de la mejor manera posible en cualquier dispositivo.

Además el master tendrá el formato y resolución más adecuados para su distribución y duplicación. De esta forma, el técnico de masterización ejerce de intermediario y “red de seguridad” entre el artista o la discográfica y las fábricas de vinilos o CDs.

Aunque tradicionalmente se entiende que un único master debería sonar bien en los diferentes medios, lo cierto es que hacer dos master es algo cada vez más común y permite hacer el mejor master posible para cada medio, sin compromisos.

De esta forma puedes tener:

  • Un master con un nivel de volumen y sonido competitivo, para CD o plataformas digitales.
  • Un premaster más dinámico y que se trasladará perfectamente al medio analógico.

Es muy sencillo:

  1. Contacta con nosotros por email o a través del formulario de la página de Contacto.
  2. Hablamos de tu proyecto y necesidades y te informamos del plazo de entrega y tarifas.
  3. Nos envías tus archivos a través del enlace seguro que te facilitaremos.
  4. Hacemos tu master y te enviamos una muestra. Hacemos los cambios que sean necesarios.
  5. Haces el pago y te enviamos el master final.

Aunque cualquier archivo puede ser convertido y masterizado, es conveniente que se entregue:

  • En un formato no comprimido como WAV o AIFF.
  • Con una tasa de bits de 24 bits o 32 bits (salvo que sólo esté a 16 bits, como el caso del remaster de un CD).
  • Frecuencia de muestreo: Se recomienda la misma con la que se ha trabajado a lo largo del proyecto de grabación y mezcla (44,1, 48 o 96 kHz). Nosotros haremos la conversión para el master, en caso necesario.

Lo importante es que no haya clipping. Es decir, que los picos de tu mezcla no sobrepasen los 0 dBFS. Para estar seguro, no uses un limitador en tu “bus de mezcla” o “master bus” que podría ocultar esos picos.

La mayoría de los DAW te permiten exportar la mezcla a 32 bits en coma flotante (“32 bits float”). De esta forma se preserva toda la información, incluida la que eventualmente podría truncarse al superarse los 0 dBFS. Pese a esto, es una buena práctica evitar el clipping.

En cuanto a niveles de mezcla, no hay reglas ni números exactos. A veces se mencionan niveles entre -16 dBFS y -12 dBFS, manteniendo los picos en torno a los -3 dBFS. Esto puede servir de guía, pero lo cierto es que el nivel y la dinámica adecuados dependen de la composición, la mezcla y, por supuesto, el género. Es más cuestión de oídos que de medidores.

Por ejemplo, el punk rock o la música electrónica tienden a tener menos dinámica que el jazz o la música de raíces.

Puedes usar el procesamiento que consideres necesario, por ejemplo, ecualización y compresión, para aportar color y homogeneidad a tus mezclas.

Ahora bien, es preferible no usar procesamiento que sólo aporte “volumen” a tus mezclas, como un limitador o un clipper, de forma que dejes “margen” y el mayor rango posible de dinámica para el procesamiento en la masterización.

Ten en cuenta que la dinámica se puede controlar pero difícilmente se puede recuperar.

Si el sonido de ese limitador es importante en el sonido de la mezcla y te da la sensación de que se derrumba sin él, puedes enviar la mezcla sin limitar para ser masterizada y la mezcla limitada para usarla como referencia.

Usualmente es una semana pero contacta conmigo si tienes un plazo ajustado y haré todo lo posible por entregarlo a tiempo.

Sí, claro. Contacta conmigo y las escucharé y te daré mi opinión lo antes posible.

Por supuesto, tengo amplia experiencia tanto en grabación como en masterización. Contacta, por favor, a través de mi página de grabación y mezcla www.hollersanalogstudio.com

Puedes pagar a través de transferencia, Bizum, o Paypal en las cuentas que te indicaremos.

En principio no. Entiendo la masterización como algo único para cada proyecto y el equipo usado y los ajustes son específicos.

Por eso, un procesamiento rápido y genérico no va ser una muestra útil de mi trabajo.

Puedes escuchar algunas muestras de mi trabajo aquí: https://tidal.com/browse/playlist/09f788ff-8f5d-4708-b76d-8559a2f4c52b

Podemos empezar trabajando juntos sólo con una canción, lo que no supone un desembolso grande.

Incluyo un primer master y hasta tres revisiones, es decir, cuatro masters en total.

En mi experiencia, la inmensa mayoría de las veces no son necesarias las revisiones, o con una es suficiente.

Para el master (en realidad, premaster, ya que el master es el disco físico, “lacquer” o “DMM”, que se hace a partir de éste) para vinilo se tienen en cuenta las características y limitaciones propias del medio.

En general, en comparación con un master digital, por ejemplo para CD, el premaster para vinilo suena más dinámico y menos “exagerado”. Esto no es tanto por estética, sino porque el formato analógico es menos permisivo y determinados procesamientos digitales no se trasladan bien al vinilo.

Por ejemplo, el uso de limitadores o clippers para conseguir volumen en el master no tiene sentido aquí, ya que lo alto que suene un disco dependerá mayormente de su duración. Nos quedaríamos con los “daños colaterales” de esta excesiva limitación (sonido muy comprimido y “sin vida”, distorsiones, etc) pero no con sus ventajas (un master alto).

Además, un procesamiento del campo estéreo excesivo puede ser problemático, y un sonido con exceso de subgraves o de agudos, pueden llevar a un disco de vinilo con sonido distorsionado o incluso a una reproducción defectuosa.